Puente de Carlos

Puente de Carlos

Toda gran ciudad tiene un monumento emblemático que la destaca y diferencia entre todas las demás y la capital checa no es la excepción. Uno de los monumentos de Praga más importantes es el Puente de Carlos, además del Castillo de Praga, atravesando el Río Moldava y uniendo dos de los mas bellos barrios: la Ciudad Vieja con Malastrana. Es uno de los sitios imprescindibles de lo mejor de Praga.

Su paisaje inigualable decorado por sus 30 estatuas barrocas, bien vigilado por sus torres góticas y  acompañado por la misteriosa isla de Kampa con su Muro de John Lennon , lo convierte en uno de los mejores lugares de Praga para visitar.

Conoce el mítico puente de Carlos con nuestro guía en español

Puente de Carlos. Origen

El Puente de Carlos fue construido entre 1357 y 1402, diseñado por el arquitecto Peter Parler, quien también concibió la Torre de la Pólvora y parte de la Catedral de San Vito, el edificio más importante dentro del Castillo de Praga.

El Puente de Carlos es el más antiguo de la ciudad. Se lo bautizó así recién en el siglo XIX, en homenaje al entonces emperador Carlos IV, quien autorizó su construcción, ya que antes se lo denominaba simplemente Puente de Piedra o Puente de Praga. Fue la vía de comunicación más importante de su tiempo, ya que se trataba de la única ruta para cruzar el Río Moldava hasta el siglo XIX.

En el momento en que se comenzó con su construcción no fue producto del azar, ya que Carlos IV se asesoró por astrólogos y numerólogos, quienes determinaron que el emperador debía asistir al acto de colocación de la primera piedra fundamental, que debía realizarse a las 5:31 hs del 9 de julio de 1357. Este preciso momento puede ser enunciado como 135797531, y conforma una secuencia capicúa de dígitos impares ascendentes y descendentes, que se encuentra grabada en la Torre de la Ciudad Vieja. Si se cumplía con esto, se creía que el Puente de Carlos duraría para siempre, cosa que hasta ahora ha ocurrido.

Durante mucho tiempo, el Puente de Carlos fue transitado mediante vehículos de tracción a sangre, automotores y hasta el tranvía de Praga, ya que, como dijimos, era una importante vía de comunicación. Sin embargo, a partir de 1978, y gracias a la construcción de los otros puentes de Praga, únicamente se permite el tránsito peatonal, ideal para los viajeros.

Puente de Carlos. Estatuas

Hay 30 estatuas distribuidas a lo largo del Puente de Carlos. La mayoría de ellas son de estilo barroco, lo que le da un contraste interesante con el puente mismo, ya que en éste predomina el estilo gótico.

La mayoría de las estatuas del Puente de Carlos fueron instaladas entre 1683 y 1714, y representan a varios santos y santos patronos venerados en esa época. Algunas de las más importantes esculturas del Puente de Carlos son las dedicadas a Santa Lutgarda, el Crucifijo y el Calvario, el caballero Bruncvík y a San Juan Nepomuceno.

Por otra parte, hay que aclarar que todas las estatuas del Puente de Carlos son réplicas, ya que las originales se conservan en el Museo Nacional de Praga a fin de su correcta preservación y protección de las inclemencias del clima de Praga.

La Estatua de San Juan Nepomuceno

Párrafo aparte merece la historia de la estatua de San Juan Nepomuceno, ya que es la estatua más vista por los turistas.

Este santo fue un sacerdote del siglo XIV que era además el confesor de la reina Sofía, esposa del rey Wenceslao IV, hijo de Carlos IV. Como el rey estaba convencido de que su esposa le era infiel, le pidió a San Juan Nepomuceno que le contara sus secretos. Este se negó, ya que violaría el secreto de confesión.

Según la leyenda, luego de varias sesiones de tortura, San Juan accedió a contarle el secreto solamente al primer ser viviente que pasara por el puente, que resultó ser un perro. En consecuencia, el rey, furioso, le cortó la lengua y lo arrojó al río.

Por ello, la escultura de San Juan Nepomuceno, erigida en su homenaje en el mismo lugar donde –dicen- fue arrojado al río. En ella aparece el santo con un atril de 5 estrellas (las que se dice que había sobre el puente la noche de su muerte), un perro (al que le contó el secreto y como símbolo de la fidelidad) y una mujer (la reina).

Además, según cuenta la leyenda, si tocas el relieve de bronce de la mujer a los pies de la estatua, tendrás suerte, y si tocas el relieve del perro, volverás a visitar Praga.

Puente de Carlos. Cuándo visitarlo

Mucha gente que decidió viajar a Praga se pregunta cuándo visitar el Puente de Carlos. Si bien el puente es de acceso público sin restricción horaria, el mejor horario para visitar el Puente de Carlos es sin dudas durante la noche, las madrugadas o en invierno.

Ello es así ya que de día está lleno de turistas, sobre todo en el verano y en la época de la Pascuas en Praga, cuando caminar por allí se convierte en toda una odisea. Además, durante la noche, no solo hay mucha menos gente, sino también puedes apreciar de una de las vistas más bellas de Praga, como si te trasladaras a otra época.

Otra opción, si eres madrugador, es visitarlo bien temprano a la mañana, cuando amanece, ya que casi no hay gente y podrás apreciar una atmósfera mágica mientras disfrutas de un precioso amanecer en Praga.

Puente de Carlos. Cómo llegar

Si quieres saber cómo llegar al Puente de Carlos, no te preocupes, ya que tienes varios medios de transporte en Praga que te dejan allí.

En primer lugar puedes utilizar la línea A (línea verde) del metro de Praga y bajar en la estación Staromestka.

También puedes tomar las líneas 17 ó 18 del tranvía de Praga hasta la parada Staromestska, o las líneas 12, 20 y 22 y bajar en la parada Malostranske Namesti.

Ahora ya sabes qué ver en Praga, esperamos que puedas disfrutarlo a pleno ¡!

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