Cafeterias en Praga

Georgius Deodatus Damascenus, alias El Árabe, fue el primer vendedor de café de Praga, en 1714. Calentaba las jarras en plena calle sobre una sartén al carbón y, con el dinero ganado, abrió la primera cafetería de Praga en el edificio U Zlatého hada (la Casa de la Serpiente de Oro), cerca del Puente de Carlos, donde ofreció aromatizadas tazas de café hasta su muerte en 1730.

En la primera mitad del siglo XX las cafeterías se convirtieron en una parte inseparable de la vida de la ciudad, especialmente en el periodo del final de la monarquía austriaca y de entreguerras. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial terminó la época dorada de los cafés de Praga.  La capital checa es famosa no sólo por su bella arquitectura, sino también por los artistas e intelectuales que buscaron inspiración tomando una taza de café. A los locales históricos, preferidos de literatos y poetas como Nezval, Seifert o Kafka, se suman hoy modernas cafeterías de diseño.

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CAFÉ IMPERIAL

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Este café-hotel refleja a la época de la Primera República Checoslovaca, la primera mención del edificio se remonta al año 1383, siglos después, durante la guerra de los 30 años sufrió el incendio por parte de los suecos. El edificio permaneció en ruinas hasta el siglo XVIII que fue restaurado e inaugurado como la posada de la Águila negra. En 1913 fue demolido como parte del saneamiento de la ciudad y un año después de construyo el lujoso hotel Imperial. El hotel vivo muchos años de prosperidad y recibió muchos ilustres personajes como el escritor Franz Kafka, el primer presidente de Checoslovaquia Tomaš Masaryk o el compositor Leos Janacek.

Tras la ocupación nazi de 1939, era el lugar de encuentro preferido por el ejército alemán, debido a ello los clientes checos empezaron a boicotear el hotel. En 1948, a raíz de la nacionalización, se convirtió en un hotel de movimiento sindicalista revolucionario, por lo tanto permaneció inaccesible para el turismo corriente. En los 80 cerro el hotel. En el 2007 fue totalmente renovado y es uno de los cafés más bonitos de Praga.

CAFÉ LOUVRE 

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Una gran escalinata de la primera república le lleva al primer piso, donde le sorprenderá un impresionante interior dominado por el color rojo, la, los grandes ventanales y una disposición clásica, todo en estilo modernista. Entre sus visitantes ilustres se encuentra Albert Einstein.

CAFÉ SAVOY

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El Café y restaurante Savoy han recuperado la atmósfera de los cafés de la Primera República Checoslovaca. De estilo neorrenacentista, cuya historia se remonta al año 1893 remata el original interior, pero fue tras la Revolución de Terciopelo cuando se convirtió en un lugar popular de encuentro y discusión. Debe su fama a los copiosos desayunos; también puedes degustar caracoles checos.

GRAN CAFÉ ORIENT

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El estilo cubista en la arquitectura y en las artes aplicadas es un fenómeno puramente checo. Ven a convencerte en el café ubicado en el primer piso de la Casa de la Madre Negra de Dios. Verás el original estilo cubista y probarás postres, pasteles, desayunos y platos ligeros. La especialidad del café es la rosquilla cubista y la tarta gran cafe orient es la destacada.

 CAFÉ SLAVIA

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Situado frente al Teatro Nacional, de estilo art-deco, a lo largo de su historia ha sido lugar de cita de políticos y artistas. Abierto en 1844 junto al río Moldava, puedes disfrutar de hasta 45 especialidades diferentes de cafés, siendo el más tradicional el café con absenta, bebida de sabor anisado y alta graduación que se hizo bastante popular a principios del siglo XX. Vaclav Havel, escritor y primer presidente de la actual República Checa, y Hillary Clinton, han tomado un café en el Slavia de Praga.

 CAFÉ V LESE

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El “café del bosque” de decoración retro de los 70’ es un espacio para música y galería de arte. Se fundó en el año 2010 donde existía el famoso café Shakespeare. Es un lugar bohemio donde se desarrollan actividades culturales como conciertos, funciones de teatro, monólogos, mercado de pulgas y debates con el fin de conocer gente, fomentando el desarrollo de proyectos, descubriendo talentos y nadando en la creatividad misma.